Hoy os propongo una receta muy sencilla que nos sirve tanto para desayunar como para las meriendas de los niños. Como mejor está sin duda es recién horneado, pero una vez frío lo metemos en una bolsa hermética y se conserva, al día siguiente no estará tan blandito como recién hecho, pero lo cortamos a la mitar, ponemos en la tostadora y con un poquito de mantequilla y mermelada nos quedará perfecto. A mi me gusta hacer bollitos redondos, pero en alguna ocasión he hecho un pan tipo trenza, sólo tenemos que dividir la masa en tres partes , hacer una forma de T e ir trenzándola.
INGREDIENTES:
- 300g de leche
- 50g de mantequilla
- 25gr de levadura fresca de panadería (un cubito)
- 60gr de azúcar (yo pondría más, unos 120gr)
- 550g de harina
-1 pizca de sal
-1 huevo batido para pincelar el pan
PREPARACIÓN:
Ponemos en el vaso la leche, a mantequilla, la levadura y el azúcar y programa 4 minutos, 40º, velocidad 2. (la levadura deberá estar totalmente disuelta)
Agregamos la harina y la sal y programamos, 3 minutos, tecla de amasado.
Colocamos la masa en un recipiente espolvoreado con harina y deja levar tapado con un trapo húmedo (para que no salga costra) durante al menos 30 minutos.
Haz con la masa 3 partes iguales y estirálos para luego hacer una trenza. Pon la trenza sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, la tapamos con un paño limpio, y deja levar otra media hora.
Si preferimos, podemos hacer bolitas para hacerlos en forma de bollos.
Precalentamos el horno a 180º, pincelamos el pan de leche con el huevo y horneamos a 180º durante 25-30.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.